Antes se esforzaba por lanzar autos a la circulación, ahora lucha por sacarlos de las calles. Hace menos de una década, el ingeniero industrial experto en finanzas de empresas, Rafael Pacchiano, estaba concentrado en estrategias de ventas para la firma alemana de automotores de lujo BMW. Sus clientes eran inmunes al hoy no circula. No imaginaba entonces que pronto tendría en sus manos el destino ambiental de México.
El viraje vocacional llegó en forma improvisada luego de dos años de estar en la Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental y de algunas incursiones en el terreno ecológico durante su cuestionado periodo como diputado del PVEM (Juanito, le decían por intentar ceder el puesto a su suplente y esposa). Méritos a todas luces insuficientes para tomar el timón de las políticas ambientales de un país que todo lo contamina.
Ante la alarmante contingencia ambiental en la zona metropolitana del Valle de México aparece la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), organismo de coordinación política encabezado por Martín Gutiérrez Lacayo, responsable de coordinar 6 entidades federativas con circunstancias ambientales asimétricas (Estado de México, Puebla, Hidalgo, CDMX, Tlaxcala y Morelos). Las medidas adoptadas por la CAMe son pírricas frente al desafío de la Semarnat para erradicar la grosera corrupción ambiental. Adicionalmente, a estas alturas no hay un plan serio ni presupuesto hacia un transporte público metropolitano eficiente.
La Evaluación de Desempeño Ambiental en México de la OCDE advierte el riesgo que implica el aumento del parque vehicular y del mercado de autos usados baratos, y la carencia de medios alternativos de movilidad. Se requieren voces de gran legitimidad como las del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), dirigido por Achim Steiner, que actúen como catalizador, defensor, educador y facilitador para promover el uso sensato y el desarrollo sostenible del medio ambiente global frente al México contaminante, priorizando áreas como: cambio climático, desastres y conflictos, manejo de ecosistemas, productos químicos y desechos, eficiencia de recursos, medio ambiente bajo revisión y gobernanza ambiental.
Sin economía verde
Los malos resultados quedan exhibidos en los elevados niveles de ozono que prevalecen en la zona centro del país, constantemente arriba de los 100 puntos Imeca, con serias implicaciones en la salud pública. La OMS ha reconocido que la contaminación aumenta el riesgo de neumonía, cáncer de pulmón, cáncer de piel y enfermedades cardiovasculares. La propia CAMe reconoce 22,000 muertes prematuras al año en México por causa de la contaminación; mientras la ONU habla de cerca de 13 millones de decesos en el mundo por factores ambientales. Más de 5 millones están asociados a la mala calidad del aire, según la Universidad de British Columbia.
Las ciudades, según Sergio Puente, constituyen la expresión de la máxima artificialidad lograda por el hombre sobre la naturaleza. La protección al ambiente no admite improvisaciones, ni insensatez política o acciones desesperadas. Esquemas de ensayo-error son irresponsables y peligrosos. Los amantes de la riqueza contaminante y rehenes del poder rendirán cuentas ante el planeta. Insistimos, el bien común es para todos o no es bien.