Una sala penal redujo la sentencia al joven que hace un año arrolló y mató a un policía al querer evitar el alcoholímetro, con lo que alcanzó libertad bajo fianza.
La defensa de José Luis Romo Trujano apeló la condena de 21 años impuesta, en primera instancia por el juez 65 Penal, y la Primera Sala Penal reclasificó el delito de homicidio doloso a imprudencial, por lo que la pena bajó a 4 años y 3 meses de cárcel.
En marzo pasado, el joven, entonces de 22 años de edad, intentó escapar del alcoholímetro en Insurgentes Sur y se llevó en el cofre al policía Luis Fernando Corona, quien falleció en el accidente.
El argumento de los litigantes defensores del despacho Requena Abogados se enfocó en que el estudiante de Derecho de la Universidad Panamericana sólo quería evitar el operativo del alcoholímetro y no matar al policía.
En la resolución de apelación, los magistrados Eva Verónica De Gyves, Jorge Ponce Martínez y Eduardo Guerrero Martínez concedieron los beneficios de tratamiento en libertad y la suspensión condicional de la ejecución de la pena.
Familiares del estudiante tuvieron que pagar una multa de 218 mil 423 pesos. Para gastos funerarios depositaron 30 mil y para reparación del daño entregaron a la viuda, Rosario Ríos Cadena, y a los hijos, Óscar y Lilian Corona Ríos, 28 mil pesos a cada uno.
En punto de las 18:00 horas, Romo Trujano salió con la frente en alto del Reclusorio Sur, acompañado de su abogado.
«Muchas gracias por el apoyo, los quiero mucho, que Dios los bendiga». Ese fue el mensaje que el joven envió a amigos y familiares.
Fuente:
Periódico Reforma, por Yáscara López.