La ciencia ficción ya rebasó a la realidad. Es hasta hoy que observamos en todo su esplendor los efectos de tan tremendo alcance. Una incursión tecnológica sin precedente ha invadido nuestros espacios, nuestra agenda y nuestras relaciones, sin importar momentos ni distancias. El tiempo y el espacio se sublevaron e irremediablemente nos arrastran a sus dominios.
Este nuevo paradigma es más impactante que la invención de la imprenta y la revolución industrial. En estos dos periodos cruciales de la historia, el primero en el siglo XV y el segundo en el XVIII y principios del XIX, las personas temían ser sustituidas por máquinas. Ahora, en el tercer milenio, no pueden y no quieren vivir sin ellas.
La relación con el mundo transita a través de servidores, chips, redes, Internet, buscadores, dispositivos, pantallas; clics y más clics, tuits y más tuits, y uno que otro like. Todos los días surgen nuevas aplicaciones (apps) que incrementan exponencialmente la información disponible para pensar, decidir y actuar.
Solo en México, más de 44% de los mexicanos -de seis años o más-, al menos 47 millones, reconoce ser cibernauta (Inegi); nueve de cada 10 siempre llevan consigo sus dispositivos móviles y 42% no puede salir a la calle sin ellos (IAB México/Millward Brown, Estudio de Consumo de Medios y Dispositivos entre Internautas Mexicanos 2015).
Buena parte de los humanos nos hemos convertido en cíborgs, organismos que utilizan tecnología para adaptarse y sobrevivir. Amber Case, quien se define como antropóloga cíborg, está convencida de que somos una nueva especie de homo sapiens. Explica que durante miles de años el uso de herramientas implicó una modificación física del ser para obtener fuerza, velocidad, más inteligencia, precisión o alcance, pero ocurre que ahora el impacto es mental, lo que justifica una revolución cultural y la alteración de las estructuras del siglo XXI.
La nueve especie cíborg utiliza la pantalla (screen) como ventana de la realidad. Estos seres dejan de ser puramente humanos por depender necesariamente, y cada vez más, de la tecnología para vivir, convivir o relacionarse con su entorno.
Ciberderecho
La nueva dinámica en el ciberespacio modifica el panorama, plantea retos inéditos y exige nuevos marcos de convivencia. Sus alcances son enormes, pero también lo son sus amenazas, lo que hace necesaria una protección jurídica puntual que salvaguarde los derechos fundamentales de los millones de involucrados.
Toca al Derecho realizar la tarea en un escenario de complejidad inédita. Diversas disposiciones legales, normas y regulaciones son aplicables para moderar la coexistencia en el universo virtual. Precisamente por ello es indispensable un marco integral acorde al inmenso tamaño del desafío, así como acciones mucho más firmes de colaboración internacional, a fin de responder con oportunidad y garantizar que el uso de estas herramientas y dispositivos de vanguardia se ajusten a los principios de justicia y orden social.
Los gobiernos de México deberían poner especial atención en la próxima Conferencia Internacional sobre #Ciber-Ley #Ciber-Crimen y #Ciber-Seguridad, del próximo 19 de noviembre en Nueva Delhi, India.
Leyes para tu Bien ®
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