Entramos de lleno a la construcción de un nuevo país pero seguimos utilizando palos y picos que impiden su OFICIAL BIEN APLICADO cimentación. Para fines de transformación nacional, mucho representan las reformas estructurales y los grandes proyectos como el nuevo aeropuerto internacional de la ciudad de México. Ciertamente se ha abierto la inversión a grupos poderosos, pero son muchos los tomadores de decisiones que piensan más de dos veces antes de atreverse a incursionar en la pesadilla mexicana. ¿Qué los detiene? Los elevados costos del peor espantajo de México: la corrupción desbordante.
En su barómetro global (la mayor encuesta mundial de opinión pública sobre corrupción), Transparencia Internacional ubicó a México en la vergonzosa posición 106 entre 177 países. Asimismo, nueve de cada 10 mexicanos consideran que las instituciones como los partidos políticos y las policías son corruptas o extremadamente corruptas. Incluso, el Instituto Mexicano para la Competitividad, dirigido por Juan E. Pardinas, reveló una medición en la que nuestro país obtiene una calificación de dos puntos (en una escala de 10) en control de corrupción.
Sin embargo, algunas buenas estrategias están en marcha, pero su éxito será limitado mientras sean aisladas y dispersas. Así lo advirtió el contralor general de la ciudad de México, Hiram Almeida, en la reciente sesión del Consejo Consultivo Ciudadano del Plan para la Prevención y el Combate a la Corrupción de la CDMX, donde propuso un sistema integral que permita vigilar las actividades y el uso de recursos de los servidores públicos, evitando fragmentación de esfuerzos. De poco servirá anunciar la cifra de 3,361 servidores públicos sancionados por corrupción, si las instituciones públicas mantienen impunidad y complacencia. De ahí la importancia de destacar los ejes estratégicos que incluyen profesionalización, fiscalización, simplificación e innovación, apoyados por una ciudadanía activa (fundamental para la gobernanza) que cuenta en la capital del país con herramientas como el portal anticorrupción, el sistema de denuncia o queja ciudadana y el programa de contralores ciudadanos que ya suma 730 colaboradores.
Recordemos las palabras del escritor Frank Herbert: “La corrupción lleva infinitos disfraces”. En consecuencia, infinitas deben ser las tácticas para combatirla, sabedores que muchos consideran que la persona humana sin conciencia por los demás ni sentido de bien común, no es persona, sino sólo en apariencia, al no tener capacidad para distinguir el bien del mal.
OFICIAL BIEN APLICADO
La CDMX se está poniendo las pilas para mejorar el manejo y el control de sus recursos. Cuando Jorge Silva Morales se esforzaba por lograr el mejor promedio de su generación, no imaginaba que la gran oportunidad para aplicarse llegaría años después. Ahora que el jefe de Gobierno de la ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, lo nombró oficial mayor, aquel maestro, candidato a doctor, ex legislador, ex procurador fiscal local y estudioso en seguridad nacional, ingeniería financiera, gobierno electrónico, lavado de dinero y combate a la delincuencia, tiene la oportunidad de obtener las mejores calificaciones, pero de los más exigentes evaluadores: los ciudadanos capitalinos.
“Deseamos una pronta recuperación y perdurable salud al Dr. Miguel Ángel Mancera”.