En las últimas dos décadas, los hechos delictivos y violentos en México adquirieron enorme centralidad en el sentimiento y debate nacionales, impactando estructuras económicas, instituciones políticas y organizaciones sociales.
El resultado: nula calidad de vida de los individuos, quienes a diario sufren injusticias, indefensión e impotencia.
La respuesta tradicional de la autoridad había sido enfrentar estas lastimosas situaciones con la verticalidad, mediante actos autoritarios orientados a mantener el orden social, muchas veces, contrarios a los derechos humanos, lo que generó indignación e irritación en los gobernados. Incluso, el gobierno impidió expresiones sociales de reclamo.
Ante ello, surgieron iniciativas ciudadanas para enfrentar organizadamente tales afrentas, como esfuerzos dignos de revalorarse y ser retomados como referentes contra la criminalidad. Una de estas iniciativas generadora de logros tangibles para la sociedad en materia de seguridad y justicia es México Unido Contra la Delincuencia AC (MUCD).
Esta organización cumplió 15 años de existencia y es protagonista del análisis, las denuncias y el destierro de situaciones lacerantes con el fin de proponer, desde la sociedad, alternativas que contribuyan a restablecer los parámetros de seguridad, confianza, tranquilidad y justicia ciudadana.
El andar de MUCD -como el de todo organismo opositor a la delincuencia- no ha sido fácil ante los terribles datos reveladores.
En estos tres lustros, el número total de delitos reportados a nivel nacional subió 24%; el de secuestro, 25% y el de extorsión, 605 por ciento.
Pese a las cifras desalentadoras, es justo reconocer las aportaciones y avances alcanzados por esta organización altruista para difundir la cultura de la legalidad, a través de investigaciones, asesorías, opiniones sustentadas, talleres y cursos en instituciones educativas, comunidades, organizaciones sociales y organismos gubernamentales.
La cultura de la denuncia del delito es fundamental para MUCD, por lo que puso en marcha un programa Monitoreo Ciudadano en Agencias del Ministerio Público, como instrumento de evaluación, para empoderar al ciudadano con el fin de supervisar, dar seguimiento y documentar irregularidades en la procuración de justicia, dando rostro y voz a las víctimas. Este programa inició en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal con excelentes resultados, por lo que es digno de replicarse a nivel nacional.
Con base en la opinión de expertos, MUCD exige un replanteamiento de la política fallida del prohibicionismo de drogas, desde la regulación hasta la legalización de la mariguana, porque la experiencia internacional justifica emprender acciones inaplazables y urgentes al respecto.
Construir ciudadanía no es tarea sencilla
Subsisten retos enormes que conllevan sacrificios y críticas para vencer grandes obstáculos, como incidir en políticas públicas que devuelvan la seguridad a la vida cotidiana.
Hoy la inseguridad sigue marcada por la impunidad y la incertidumbre en distintas zonas y regiones del país. Urge recuperarlas y reorientar las reglas de convivencia social.
Grandes tareas aguardan a organizaciones como México Unido contra la Delincuencia: exigencia y vinculación con autoridades para generar diálogos y consensos.
Los ciudadanos no somos cifras, sino seres humanos con dignidad: es momento que el Estado nos trate como tales.
Por: Carlos Requena
Fuente: El Economista
Fecha: 2 de junio de 2013