Qué hay detrás de una jugada maestra? Indudablemente, un jugador de excelencia. Quizá inteligente, tal vez habilidoso, probablemente preparado… pero nunca solitario. En todos los ámbitos, el protagonista de una alta misión -digamos, el portador del balón, en términos mundialistas- suele brillar solo en la cancha, pero cerca de él -e incluso fuera del campo- siempre hay otros talentos y mentes involucradas.
En el equipo de la política, el compañero de juego más próximo es, ciertamente, el “secretario particular” o, si nos referimos al más alto cargo público de la nación, el “jefe de la Oficina de la Presidencia”. Más allá de sus funciones oficiales, la susceptibilidad intrínseca del cargo implica una delicada responsabilidad. Estos servidores públicos son un elemento polivalente en cuestiones públicas, con el que se comparten no sólo asuntos importantes sino muy confidenciales. Decía Humberto Romero, el recordado secretario particular de Adolfo López Mateos, que esta misión supone discreción y silencio.
Que la secretaría particular sea el poder detrás de la silla no es novedad. Algo de ello ya habían esbozado Juan Sánchez Azcona, secretario particular de Francisco I. Madero, y el poderoso Fernando Torreblanca, secretario en tres periodos presidenciales (Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Emilio Portes Gil). El caso de Francisco Lagos, el secretario de Roque González Garza a quien después sustituyó en la primera magistratura, fue trascendente. Incluso, Manuel Ávila Camacho, Luis Echeverría, Adolfo López Mateos y Enrique Peña Nieto también demostraron que de la secretaría particular mucho se aprende.
En la historia política, numerosos han sido los secretarios particulares que han dejado su huella como reconocidos estrategas e influyentes colaboradores. Ahí están Emilio Gamboa, quien se dice fue clave en la nominación de Carlos Salinas; José Córdoba Montoya, el supersecretario y cerebro del salinismo, y Liébano Sáenz, quien en su libro La presidencia moderna se refirió así a este encargo que lo llevó a acompañar a Ernesto Zedillo en una de las etapas decisivas de México: “No existe una ventana más adecuada para observar, no sólo la política en el espacio de realidad, sino también la conducta de todos los hombres frente al poder”. En el foxismo, Emilio Goicoechea se destacó por su eficiente administración, seguimiento de acuerdos y coordinación de gabinete. Ahora, toca el turno de que Erwin Lino, Aurelio Nuño y Luis Serna pongan su estilo en estos momentos de cambios significativos.
PARQUÍMETROS LLEGAN AL SUR
Al sur de la ciudad, en la colonia La Florida, la instalación de parquímetros transcurre sin incidentes con el propósito de que el próximo 21 de julio estén operando. La medida es apoyada por la mayoría de los habitantes de la zona, ubicada en la delegación Álvaro Obregón encabezada por Leonel Luna, cuyas calles dejarán de estar saturadas de automóviles e invadidas de franeleros que cobran derecho de piso. La Florida no es la única colonia que requiere solución a estos problemas. Pronto podríamos ver avances del programa ecoParq en Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Tlalpan y otras. Enhorabuena por el bien de todos.